Pendientes Canton

Desde lo más profundo de la tierra hasta la superficie del cuerpo, el arte y la naturaleza se funden en este pendiente con grandes hojas en color dorado y aplicaciones con piedras en coral. Una pieza de edición casi ritual que captura la esencia de lo salvaje, lo femenino y lo eterno. Creado por la casa Bolfate como un homenaje al poder de lo orgánico y lo ancestral. Este pendiente no es solo un accesorio: es un talismán, una forma de portar la vida misma.

Con una silueta exuberante que recuerda a las grandes hojas tropicales, talladas por el viento. Y esculpidas por la luz, la pieza se despliega con una presencia escultural que evoca tanto la delicadeza de la botánica como la fuerza primitiva del diseño. El acabado dorado aporta brillo, calidez y una dimensión solar, como si cada hoja hubiese sido bañada en oro líquido al amanecer. Las nervaduras finamente marcadas en la superficie metálica añaden textura, profundidad y realismo, elevando la joya a una pequeña obra de arte.

Entre las hojas doradas, pequeñas aplicaciones de piedras de coral emergen como frutos minerales, aportando un contraste cromático que es tanto visual como simbólico. El coral, con su rojo intenso y su vibración telúrica. Ha sido históricamente considerado un material protector, vital y profundamente femenino. Su inclusión no es casual. Representa la conexión con el mar, con lo instintivo, con la sangre que recorre el cuerpo y con la energía que habita en cada ser vivo.

Estas piedras, colocadas con precisión sobre las superficies doradas, funcionan como puntos de anclaje visual. Su color profundo interrumpe la superficie luminosa con un susurro cálido. Como una flor secreta que crece en lo más profundo de un bosque dorado. El coral no adorna: equilibra, invoca, transforma.